“Tenemos información que apunta al interés de los servicios de inteligencia rusos en los Skripal, que se remonta al menos hasta 2013”, escribió el asesor nacional de seguridad británico, Mark Sedwill, en su carta a Jens Stolterberg.

Fue ese año, añadió, cuando los servicios de inteligencia rusos empezaron a vigilar la cuenta de correo electrónico de Yulia Skripal, que esta semana abandonó el hospital.

Sedwill recuerda en su carta que Skripal padre, de 66 años, que sigue en el hospital desde el atentado del 4 de marzo, era un antiguo coronel de los servicios secretos militares rusos que vendió secretos a los británicos.

En 2010, tras ser condenado por traición y pasar tiempo en la cárcel, entró en un canje de espías que le llevó a instalarse en Inglaterra, en Salisbury, la ciudad donde fue atacado.

“Es altamente probable que los servicios de inteligencia rusos vieran a algunos de sus desertores como blancos legítimos de asesinato”, escribió Sedwill.

“Desde 2006, ha habido numerosos asesinatos fuera de la antigua Unión Soviética que se sospecha que fueron patrocinados por Rusia”, añadió el asesor, citando en particular la muerte en 2006 de Alexander Litvinenko, un exespía ruso al que colocaron una sustancia radioactiva en el té en un hotel de Londres.

En ese sentido, el funcionario británico explica que Rusia inició la década pasada “un programa para probar medios de aplicar agentes de guerra química y a entrenar personal de unidades especiales en el uso de estas armas”.

La aplicación de estas sustancias “en las manijas de puertas” fue una de las experimentadas, dice Sedwill, y se sospecha que fue la utilizada para atentar contra los Skripal.

En resumen, escribió el asesor, “consideramos que sólo Rusia tiene los medios técnicos, experiencia operativa y motivos para el atentado contra los Skripal”.

“No hay una explicación alternativa plausible”, remató el funcionario.

Rusia: los Skripal están secuestrados

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Rusia niega estar detrás del envenenamiento, que abrió una crisis con Occidente que se saldó con la expulsión de decenas de diplomáticos de ambos lados.

Este viernes, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, acusó al Reino Unido de “tergiversar” las conclusiones de la investigación de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).

“La OPAQ solo ha confirmado la composición de la sustancia química” utilizada contra Serguéi Skripal y su hija, no su origen, dijo Lavrov.

Esta organización internacional publicó el jueves su informe sobre el caso Skripal en el que confirmaba “las conclusiones del Reino Unido sobre la identidad del químico tóxico” usado, sin especificar en quién lo usó o fabricó.

La primera ministra británica Theresa May dijo que el gas usado contra los Skripal pertenecía al grupo Novichok, unas armas químicas rusas que sólo se fabrican en laboratorios militares de ese país.

May concluyó que existían sólo dos posibilidades: que Rusia estuviera detrás del atentado o que hubiera perdido el control del potente neurotóxico.

Sin embargo, el embajador ruso en Londres, Alexander Yakovenko, acusó este viernes a Reino Unido de no “haber presentado ninguna prueba que sostenga su versión oficial”.

Además, criticó que las autoridades consulares rusas no hayan tenido acceso a los Skripal. Las autoridades británicas afirmaron que Yulia Skripal había rechazado la asistencia rusa.

“No se nos permite ver a nuestros ciudadanos, hablar con los médicos, no tenemos ni idea del trato que reciben los ciudadanos rusos”.

“Tenemos todos los motivos para ver tales acciones como el secuestro de dos ciudadanos rusos”, sentenció Yakovenko.

Con AFP