La protuberancia, de una docena de toneladas, fue colocada metro a metro y fijada sólidamente al acantilado del que sobresale de nuevo, orgullosamente erguida -excepto por los andamios-, según imágenes retransmitidas por televisión.

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“Trollpikken” -el “pene del trol”, según una traducción suavizada-, fue descubierto debajo de su lugar habitual hace casi dos semanas. Unas ranuras en la roca acreditaban la hipótesis de un acto de vandalismo.

Cerca de 227.000 coronas (casi 24.000 euros) fueron recabados a través de un sitio de financiación participativa para colocar de nuevo la roca en su sitio.

El episodio le valió una repentina notoriedad a la formación geológica pero los turistas aún tendrán que esperar una semana para poder escalarla, hasta que la cola y el cemento utilizados, además de los enganches metálicos, se adhieran completamente.

La policía noruega ha interrogado a un sospechoso relacionado con el caso.

Con AFP