Los 46,5 millones de electores tienen que responder a la siguiente pregunta: “¿Debe el Reino Unido seguir siendo miembro de la Unión Europea o abandonar la Unión Europea?”.

Los sondeos han dado alternativamente sudores fríos y euforia a los partidarios de seguir en la UE (remain) y a los de abandonarla (brexit), en una consulta sin precedentes en la UE. Los resultados se conocerán el viernes.

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Un sondeo Ipsos Mori-Evening Standard publicado el jueves, pero realizado justo antes de la consulta, daba cuatro puntos porcentuales de ventaja a los pro-EU (52-48%).

Pero otros sondeos previos daban el triunfo a los euroescépticos, con más de un 10% de indecisos.

El primer ministro británico, David Cameron, que fue quien decidió convocar el referéndum y que se juega su futuro político en la consulta, votó en el centro de Londres poco después de la apertura, sin dar declaraciones.

La capital británica amaneció bajo la lluvia torrencial y con los transportes públicos muy perturbados, mientras que en otros lugares como la escocesa ciudad de Glasgow lucía un día soleado.

La metereología puede jugar un papel importante en el nivel de participación, el dato que según todos los indicios acabará por inclinar la balanza.

“Es una cuestión de libertad y de autonomía, y no creo que vaya a conseguir eso con Europa. No la que yo quiero” explicó John Thompson, un agente inmobiliario, para explicar su voto.

“Soy negro, mis padres llegaron como inmigrantes al Reino Unido en los años 1950. Nací en este país. Ahora dicen que los inmigrantes vienen aquí y se quedan con los trabajos, que es exactamente lo que se decía en los 1950”, dijo otro votante, Paul Robinson, de 55 años, que trabaja en la industria del cine.

Los enconados debates han puesto al descubierto una profunda brecha en la población británica, entre los que se benefician de la economía sin fronteras y los que consideran que el Reino Unido debe recuperar su soberanía, principalmente a causa de la inmigración.

Los partidarios del ‘in’ creen que tras 40 años dentro del mercado único europeo, salir sería demasiado costoso y traumático. Los que quieren abandonar el proyecto europeo consideran que esta es una oportunidad única, que además puede sentar precedentes.

“Hay grandes posibilidades de que la participación sea comparable a la de las elecciones generales, que fue de un 66%. Eso significa una ventaja para los partidarios de la permanencia”, dijo Paul Whiteley, profesor de política en la Universidad inglesa de Essex.

AFP

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