La derrota de Mariano Rajoy también plantea hipótesis como que el líder conservador vuelva a postularse o que lo haga su rival socialista.

El debate de esta semana en el Congreso no ha deparado grandes sorpresas con respecto a las posiciones expresadas con anterioridad y Rajoy fue derrotado tanto el miércoles pasado como hoy en sendas votaciones, con 170 votos a favor y 180 en contra.

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Rajoy (PP, centroderecha), ganador de las elecciones del 26 de junio con 137 escaños, ha sumado los 32 de los liberales de Ciudadanos y uno de una diputada regionalista canaria, mientras que ha tenido en contra a socialistas, a la coalición de izquierdas Unidos Podemos y a los partidos nacionalistas vascos y catalanes.

Las dos votaciones consagran el bloqueo político en el que la política española lleva instalada desde los comicios precedentes, el 20 de diciembre de 2015, que ya deparó un Parlamento fragmentado que dio protagonismo a dos fuerzas emergentes, Ciudadanos y Podemos.

En marzo pasado el socialista Pedro Sánchez fracasó en su intento de ser presidente y ahora lo hizo Rajoy, que lleva más de 8 meses en funciones, con competencias limitadas.

A partir de ahora lo único claro es que el 31 de octubre marca la fecha en la que se disolverá automáticamente el Parlamento si para entonces no ha sido elegido un nuevo jefe del Ejecutivo.

La primera incógnita que se plantea es qué hará el rey Felipe VI, a quien corresponde proponer un candidato, previa consulta con los líderes parlamentarios para conocer su opinión.

No obstante, el actual bloqueo, con las formaciones enrocadas en sus posiciones, hace difícil que, al de menos de manera inminente, pueda salir un nombre que concite consenso.

Los partidos miran ahora al 25 de septiembre, día en el que se celebrarán elecciones en las regiones de Galicia y País Vasco, por si el PP sale reforzado en ambas y puede llegar a algún acuerdo de colaboración con los nacionalistas vascos.

De hecho, el propio Rajoy podría volver a postularse y, hace unos días, ya dijo que pretende perseverar en ese objetivo.

Todo el PP enfatiza que Rajoy seguirá siendo su candidato, pero el expresidente del Gobierno socialista Felipe González (1982-96) le sugirió hoy que se eche a un lado y que los populares propongan otro nombre que pueda suscitar menos rechazo.

Una de las preguntas que no tiene respuesta es cuál va a ser la actitud del actual líder socialista, Pedro Sánchez, que, aparte de dar el “no” a Rajoy, sólo ha dejado claro que no quiere que se repitan las elecciones en diciembre próximo.

EFE

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