El jueves pasado, en su cuenta de Twitter Trump agradeció la decisión (que aún no está confirmada) de Samsung, que anunció que podría empezar a fabricar algunos de sus productos, específicamente los de ‘línea blanca’, en Estados Unidos. El presidente dijo:

¡Gracias, Samsung! ¡Nos encantaría tenerlos!”

Sin embargo, a la compañía coreana no le cayó muy bien el comentario. Según Fortune, algunos oficiales de Samsung sintieron que el presidente los estaba presionando. The Korea Herald recoge una declaración de la empresa en la que dice que:

No sentimos presionados por el agradecimiento a Samsung (del presidente Trump) porque nada ha sido decidido todavía, pero eso podría dar la mala impresión de que Samsung podría haber hecho algo (como él desea)”.

Pero aclaró:

Estados Unidos es un mercado importante para Samsung Electronics, y hemos estado haciendo inversiones significativas, incluyendo Austin, Texas, donde ya hemos invertido U$ 17.000 millones […] Continuaremos evaluando nuevas inversiones necesarias en Estados Unidos que puedan ayudarnos a servir mejor a nuestros clientes”.

Con su anunció de evaluación, Samsung se une a Hyunday Motors y LG, compañías que confirmaron el mes pasado que podrían construir plantas, pero Trump no se ha referido a los planes de ninguna de ellas, pero sí ha advertido que se podrían poner impuestos a aquellos productos que sean fabricados fuera de Estados Unidos.

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