Fue antes de la misa, que se llevó a cabo a pocos metros de su casa. Antes de que empezara y ante la cantidad de personas que querían tomar una foto o registrar un video para el recuerdo, la joven explotó y pidió que la dejaran “en paz”, informa el medio Milenio.

A la ceremonia asistieron al menos 250 personas que venían desde diferentes estados de México, como Veracruz, Yucatán, Tamaulipas y de la capital, Ciudad de México.

La enorme fiesta se salió de control luego que Crescencio Ibarra, el padre de la adolescente, hiciera una invitación en video y la publicara en YouTube, retoma El Mundo. Allí, se volvió viral y se salió de control, a tal punto que incluso hubo un muerto.

Así, parece que la celebración, que tendría que ser el mejor día de la vida para una adolescente, será inolvidable… pero no precisamente por todo lo bueno que pasó.

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