El vals, los discursos, el vestido de princesa, las zapatillas, las flores, las damas y los caballeros de honor conforman un cuadro casi natural en cualquier ciudad desde México hasta Argentina, pero que sorprende al otro lado del Atlántico, donde cada día es más frecuente, pero con presencia mínima de españoles, analiza El País de España.

Aunque estas fiestas son cada vez más frecuentes en las principales ciudades de la ‘madre patria’, para muchos españoles el ya famoso cumpleaños de Rubí, al que asistió una multitud, en México, fue el primer acercamiento a este tipo de eventos, apunta el diario madrileño.

Sin embargo, lo importante de la fiesta no parece tanto el arcaico rito de iniciación (padres y adolescentes afirman que con 15 las niñas siguen siendo niñas), ni los roles de género tan marcados. Lo que aquí se celebra es el apego a la comunidad”.

Una fiesta de latinos para latinos

El artículo destaca una floja presencia de invitados españoles a las fiesta de 15 latinas. La sociolingüista Luisa Sánchez Rivas explica que los inmigrantes tienden a “integrarse en lo laboral y en lo educativo, pero a cerrarse en lo social y lo familiar”:

Es normal que los españoles no seamos partícipes de estas fiestas […] porque para los inmigrantes es la manera de preservarlas, de proteger su identidad”.

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