La gestión lleva varias semanas. Carrillo viajó en secreto a España —donde fue embajador— y allí encontró un cómplice para su difícil misión: el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin.

Fue Parolin quien abrió las puertas del Vaticano para el encuentro, aprovechando la presencia del presidente Juan Manuel Santos en Roma, y quien invitó al senador Uribe  en la mañana de este jueves, según Semana.

Fue entonces cuando Uribe informó al Congreso de la inédita invitación, afirmando que difícilmente llegaría, no por falta de voluntad, sino de tiempo:

Con los minutos contados y sin vuelos directos de Bogotá hacia la capital italiana, solo hacía falta un aventón.

Dice Caracol Radio que el empresario español César Alierta —bien conocido por Carrillo— ofreció un avión privado, pero se descartó por itinerario.

Finalmente, el líder del Centro Democrático viajó en un avión del empresario Luis Carlos Sarmiento, agrega la emisora, aunque tuvo que soportar los retrasos ya habituales del aeropuerto internacional El Dorado.

Se prevé que el encuentro se de este viernes a las 10 de la mañana.

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