El más reciente hallazgo fue el de los restos de Zanele Hlatshwayo, una mujer de 25 años cuyo cadáver estaba decapitado y desmembrado, y que se dio a conocer poco después de que un hombre, que decía ser curandero, se entregara a las autoridades y confesara estar “cansado de comer carne humana”, relata Sunday Times.

El supuesto curandero llevó a los agentes a la choza en la que vivía, donde hallaron orejas humanas en una olla, lista para ser servidas a los clientes, y otros restos humanos en una maleta. El caníbal les decía a quienes consumían carne humana que eso les daba propiedades mágicas y les daría poder y dinero, relata BBC.

Prendas ensangrentadas de Hlatshwayo, reconocidas por la familia de la víctima, también fueron encontradas en la choza del impostor, que confesó haberles dado a comer a sus clientes el corazón y el hígado de la mujer, que desapareció en julio.

Esta es la mencionada choza:

El artículo continúa abajo

La cabaña donde se hizo el macabro hallazgo fue alquilada por Philani Magubane. Su hermano también fue arrestado por ser presunto cómplice del falso curandero. “Me sorprendió descubrir que mi hermano menor hubiera caído en el cuento del curandero. Prometió riquezas cuando era tan pobre como yo”, dijo Magubane sobre su hermano.

Varios pobladores de la aldea confesaron haber comido carne humana conscientemente; Mthembeni Majola, un político de la región, dijo que algunos clientes del curandero eran ganaderos a quienes les prometía hacerlos invencibles e inmunes a las balas.

Por su parte, otros curanderos denuncian la degradación de su trabajo, que habitualmente es hecho con honestidad. Sin embargo, agrega The Washington Post, el miedo se ha apoderado del pueblo y las personas temen salir de sus casas cuando ya no hay luz del sol.

LO ÚLTIMO