El nombre en el pasaporte del hombre proveniente de Macao y que murió el 13 de febrero era Kim Chol, pero las autoridades aseguraron que se trata de Kim Jong-nam, hermano mayor de Kim Jong-un.

El jefe de la policía malasia, Khalid Abu Bakar, no quiso decir durante una rueda de prensa en Kuala Lumpur, cómo habían confirmado la identidad del cadáver, después de que durante las últimas semanas las autoridades hubiesen insistido en que necesitaban pruebas de ADN para conseguir la verificación definitiva.

Abu Bakar manifestó que, además, han concluido con el examen del cadáver y agregó que entregarán los restos al Ministerio de Sanidad.

Sanidad indicó que cuándo recibiese los restos los devolvería a los familiares que los reclamasen y que, si nadie lo hacía, entonces se tendrá que decidir qué hacer con ellos.

El ministro de Sanidad malayo, S. Subramaniam, explicó a la prensa el 26 de febrero que el hermano mayor del líder norcoreano murió entre 15 y 20 minutos después de haber sido atacado con el agente nervioso VX, una letal arma química de uso muy restringido.

“La cantidad de VX (en el cadáver) era tan alta que afectó su corazón y su pulmón”, señaló el ministro entonces.

La posesión de estos restos y la investigación policial que lleva a cabo Malasia han creado un conflicto diplomático entre el régimen norcoreano, que reclama el cadáver, y el Gobierno de Putrajaya, que mantiene que debe seguir los procedimientos establecidos por la ley malasia.

Las autoridades de Corea del Sur atribuyen el asesinato a agentes norcoreanos.

El Gobierno de Malasia expulsó del país al embajador norcoreano, Kang Chol, el 6 de marzo por criticar la investigación policial.

Al día siguiente, Corea del Norte prohibió la salida del país a los malasios que había en el territorio hasta que la investigación policial tuviese un “resultado adecuado”.

El mismo día 7, Malasia prohibió la salida del país a todos los norcoreanos en suelo malasio.

La Policía malasia ha acusado del asesinato de Kim Jong-nam a una indonesia y una vietnamita, las dos mujeres que, según el circuito de video del aeropuerto de Kuala Lumpur, aplicaron el agente nervioso VX en la cara de la víctima cuando se disponía a regresar a Macao.

Ambas mujeres han alegado en su defensa que creían que participaban en una broma.

La Policía busca además a cuatro norcoreanos por orquestar el crimen y contratar a las dos mujeres, y que abandonaron Malasia el mismo día del crimen y al parecer acabaron en Corea del Norte, además de otros tres cómplices norcoreanos que cree que se esconden en la embajada de ese país en Kuala Lumpur.

El primer ministro malasio, Najib Razak, escribió en su blog que “Malasia siempre ha mantenido buenas relaciones con todos los países. No obstante, esto no quiere decir que puedan aprovecharse de la hospitalidad malaya (…) y violar nuestras leyes”.

Razak ha descartado romper las relaciones diplomáticas y apuesta por llegar a una solución dialogada.

EFE