Por eso se decidió suspender la orden que le abría las puertas a las personas transgénero en el ejército estadounidense, la medida se aplazó hasta el próximo primero de enero de 2018, informó Univisión.

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Solo unos meses antes el Pentágono aprobó abrir todos los puestos en unidades de combate a las mujeres, incluidas las de élite y los marines, de las que hasta entonces estaban excluidas, destacó este medio.

El aplazamiento anunciado no afecta a los transexuales que ya se encuentran sirviendo en las Fuerzas Armadas, militares que declararon su orientación sexual después de su entrada en la milicia y que hasta el año pasado podían ser expulsados si revelaban su orientación sexual, recordó el canal de habla hispana.

Se calcula que cerca de 13.000 transexuales ya pertenecen al ejército y que los médicos militares no están preparados para atenderlos y mucho menos para asegurar su correcta transición, según El País de España.

Esta decisión tendrá el efecto de que mientan en su intento de ingresar en las fuerzas armadas. Lo mismo ocurría antes con los homosexuales y la política de “Don’t ask, don’t tell” (No preguntes, no cuentes), indicó un comunicado del Centro de Estudios Sexuales Palm, publicado por el diario madrileño.

Por ahora todos los estudios han demostrado con creces la capacidad de los transexuales para cumplir con el servicio, finalizó.

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