Paralelamente, fueron destituidos el jefe de la Guardia Nacional, el jefe de la Marina y el ministro de Economía, en una serie de despidos de alto rango.

Estos arrestos se producen poco después de que un decreto real estableciera una comisión anticorrupción encabezada por el príncipe Mohamed bin Salmán, el heredero de 32 años.

“Arrestan a diez príncipes y a decenas de antiguos ministros en Arabia Saudita”, dijo en Twitter la cadena saudita Al Arabiya.

La cadena informó que los príncipes, cuatro ministros y decenas de exministros fueron detenidos en el marco de una investigación por las inundaciones que devastaron la ciudad portuaria de Yedá en 2009.

La agencia estatal saudita SPA había informado que el objetivo de la comisión era “preservar la riqueza estatal, castigar a la gente corrupta y a quienes se aprovechan de sus cargos”.

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El Consejo de Clérigos dijo en Twitter que los esfuerzos contra la corrupción son “tan importantes como la lucha contra el terrorismo”, lo que supone un respaldo religioso a la operación.

“La amplitud y la escala de los arrestos parece no tener precedentes en la historia saudita moderna”, dijo Kristian Ulrichsen, analista del Baker Institute de perteneciente a la Universidad Rice.

Una Arabia Saudí ‘moderada’

Según páginas web del reino el multimillonario saudita Al Waleed bin Talal está entre los arrestados. Esta información no fue confirmada de forma oficial y el príncipe tampoco pudo ser contactado.

“La supuesta detención del príncipe Al Waleed bin Talal, si esta es cierta, causaría conmoción en la comunidad local y la internacional”, dijo Ulrichsen.

Una fuente de la aviación dijo a la AFP que las fuerzas de seguridad habían inmovilizado aviones privados en el aeropuerto de Yedá, posiblemente para impedir cualquier fuga.

El heredero, que controla sectores estratégicos del gobierno como la defensa y la economía se ha proyectado como un reformador liberal en un reino ultraconservador, con decisiones como el cambio de la legislación para permitir que las mujeres conduzcan.

Muchas de sus reformas son consideradas como un forma de marcar el paso y acabar con las disidencias antes de que haya una transferencia formal del poder de parte de su padre, el rey Salman, de 81 años.

AFP