A esta miembro de la realeza saudita no le gustó que el decorador francés que había contratado tomara fotografías y por ello les dijo a sus guardaespaldas que tomaran medidas: “Maten a este perro, que no merece vivir”, les ordenó, recoge el diario británico The Sun.

Cuando la mujer vio al profesional tomando fotos de la lujosa residencia parisina cerca del Arco del Triunfo, algo bastante usual en este tipo de trabajo, lo acusó de querer lucrarse por vender fotos de su imagen, informa The Telegraph.

El decorador trató de explicarle a la princesa, hija del fallecido rey Khalid bin Abdulaziz Al Saud, que era un procedimiento normal en su empleo, pero lo que recibió fue un golpe en el costado del cráneo por parte de uno de los guardaespaldas armados de la mujer, señala el Deccan Chronicle.

Luego de eso, le ataron las manos detrás de la espalda y uno de los guardias le ordenó besarle los pies a la princesa.

Luego del incidente, el hombre puso una queja formal ante las autoridades por el abuso del que fue víctima, pero hasta ahora no se ha decidido nada, como tampoco le han pagado los 21.000 dólares que le deben por su trabajo, destaca Actualidad RT.

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