Las autoridades estadounidenses empezaron a implementar la orden de Trump para frenar la llegada de musulmanes, y retuvieron a viajeros en aeropuertos estadounidenses a pocas horas de que el presidente firmara las nuevas medidas.

El diario The New York Times señaló que agentes aeropuertarios empezaron el viernes por la noche a detener a viajeros, después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara su orden ejecutiva de cerrar las fronteras a los refugiados e inmigrantes de siete países musulmanes.

La medida suspende el programa estadounidense de acogida de refugiados durante al menos 120 días, mientras se concreta el futuro sistema de verificación de visas.

También prohíbe la entrada a Estados Unidos de viajeros procedentes de países de mayoría musulmana -Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen- durante 90 días.

Durante la renovación del sistema de visas se harán algunas excepciones a personas pertenecientes a “minorías religiosas”, que favorecerán principalmente a los cristianos.

La medida cumple con una de las promesas más controvertidas de la campaña, cuando Trump prometió que iba a contener la inmigración procedente de varios países musulmanes que, según él, suponen una amenaza terrorista para Estados Unidos, y someter a los viajeros de esas naciones a “investigaciones extremas”.

El Times dijo que las detenciones ya se habían enfrentado a nuevos desafíos legales cuando abogados representantes de dos refugiados iraquíes, que fueron retenidos en el aeropuerto de Nueva York John F. Kennedy, presentaron un recurso para su liberación, alegando que los viajeros habían sido detenidos ilegalmente.

Los nuevos protocolos deben “garantizar que los aprobados como refugiados no supondrán una amenaza a la seguridad o bienestar de Estados Unidos”.

En el año fiscal 2016 (que va del 1 de octubre de 2015 al 30 de septiembre de 2016) el país admitió a 84.994 refugiados de diversas nacionalidades, incluyendo unos 10.000 sirios. Para este año, el gobierno de Trump no quiere “más de 50.000 refugiados”.

Llamamiento de la ONU

En una declaración conjunta este sábado desde Ginebra, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) instaron a Estados Unidos a continuar con su tradición de acoger refugiados.

“La OIM y ACNUR esperan que Estados Unidos siga desempeñando su papel importante de líder y prosiga con su larga tradición de protección de los que huyen de los conflictos y de las persecuciones”, señala la declaración.

“Estamos profundamente convencidos de que los refugiados deben recibir un trato equitativo y oportunidades de reasentamiento, independientemente de su religión, nacionalidad o raza”, insistieron.

Por su parte, los ministros de Relaciones Exteriores de Francia y Alemania se dijeron “preocupados” por las decisiones de Trump, y destacaron que “acoger a refugiados que huyen de la guerra es parte de nuestro deber”.

“Contactaremos a nuestro colega (estadounidense) Rex Tillerson cuando sea nombrado para discutir punto por punto y tener una relación clara”, dijo el jefe de la diplomacia gala, Jean-Marc Ayrault, tras una reunión con su par alemán, Sigmar Gabriel, en París.

Otros defensores de los derechos humanos y organizaciones de protección a los refugiados también condenaron la decisión de Trump.

La activista paquistaní Malala Yousafzai, ganadora del premio Nobel de la Paz y víctima de un atentado perpetrado por los talibanes en 2012, afirmó que la medida cierra puertas.

Tengo el corazón destrozado porque el presidente Trump le ha cerrado las puertas a niños, madres y padres que huyen de la violencia y la guerra”,

manifestó en un comunicado.

El director ejecutivo de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), Anthony Romero, señaló que el “chequeo extremo es solo un eufemismo para discriminar a los musulmanes”.

Ahmed Rehab, director en Chicago del grupo Consejo de Relaciones Islamo-Estadounidenses, dijo a la AFP que el decreto “afecta a gente apenas basado en su fe religiosa y origen nacional, y no por su carácter”.

Su organización no descarta combatir el decreto mediante procesos ante la justicia.

Pero la noticia fue aplaudida por el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, un peso pesado del Partido Republicano, quien subrayó que “es tiempo de reevaluar y reforzar el proceso de verificación de visas”.

Por su parte, el presidente iraní, Hasan Rohani, criticó a Trump, sin nombrarlo, al considerar que no son tiempos para “construir muros”, después de que el presidente estadounidense firmara un decreto para iniciar la construcción de un muro en la frontera con México.

“El mundo de hoy no es un mundo en el que se refuerzan las diferencias entre las naciones”, dijo el presidente iraní en un discurso retransmitido por la televisión pública.

El presidente estadounidense también firmó un decreto el viernes para llevar a cabo una “gran reconstrucción” del aparato militar.

En virtud de este, el secretario Mattis tiene ahora un plazo de 30 días para hacer una revisión de la situación general de las Fuerzas Armadas y presentar a la Casa Blanca una lista de recomendaciones para mejorar esas condiciones.

Con AFP

LO ÚLTIMO