Este error hace más evidente las críticas entorno al que el equipo que rodea al nuevo presidente de Estados Unidos carece de experiencia y conocimiento sobre los asuntos políticos que debe afrontar.

Pese al primer tropezón oficial, los dos gobiernos acordaron reunirse el 31 de enero en Washington para entablar un diálogo que arroje buenos resultados sobre “una agenda que beneficie a ambos países, con un enfoque de respeto a la soberanía”, según un comunicado del gobierno mexicano.

Para Peña Nieto la prioridad será mantener los lazos bilaterales con Estados Unidos sobre todo cuando Trump ha manifestado su intención de retirarse del Tratado de Libre Comercio con México y en el que también está Canadá.

Sin embargo, desde esta semana habrá reuniones de una comisión mexicana con integrantes del nuevo gobierno estadounidense, para tratar temas sobre comercio, migración y seguridad

Hace apenas 5 meses Peña Nieto y el entonces candidato Donald Trump se reunieron en México lo cual desató críticas y manifestaciones en contra del presidente mexicano. Como resultado, renunció entonces secretario de Hacienda, Luis Videgaray, promotor del encuentro entre el mandatario mexicano y el candidato republicano.

En esa ocasión, la residencia presidencial de Los Pinos abrió sus puertas al magnate, y en una conferencia de prensa hombro a hombro, Trump defendió su derecho de construir una nueva muralla fronteriza infranqueable pagada por México, mientras Peña Nieto denunció tibiamente los calificativos -de “violadores y “criminales”- que el magnate ha usado para referirse a inmigrantes mexicanos.

México envía 85% de sus exportaciones a Estados Unidos, donde viven unos 11 millones de indocumentados, muchos de ellos mexicanos.

Con información de AFP