A Kepner se las amputaron a la altura del antebrazo en 1999 debido a una infección; durante la siguiente década usó prótesis que le permitían conducir y mantener un empleo, pero luego vino el trasplante y ya no puede hacer otra cosa diferente a ver televisión, señala CBS News.

El paciente de 64 años dice que preferiría que le quitaran las manos y le volvieran a poner las prótesis, que le daban mayor funcionalidad, aunque los médicos dicen que el caso de Kepner es el único que no ha mostrado mejoría, si se compara con 3 trasplantes más que ha realizado ese equipo de profesionales, reporta ABC7.

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El hombre explica que con la prótesis tenía un 75 % de funcionalidad, mientras que ahora tiene cero; además, su esposa se vio obligada a renunciar a su empleo para cuidarlo todos los días, informa el diario The Telegraph.

Para infortunio de Kepner, remover las manos y colocar las prótesis nuevamente no es una tarea tan sencilla, pues se requiere una delicada cirugía, cosa que Kepner no quiere más, pues ha tenido varias intervenciones, y un proceso de readaptación lento y engorroso, dice el medio.

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