“A pesar de que se presenta de manera diferente en diferentes lugares, la idea ilógica de que “mi país será más seguro” si se retira de sus alianzas internacionales es cada vez mayor.

Para llegar a esta conclusión, la autora Anne Applebaum cita hechos puntuales para diferenciar el tono de las reacciones tras los ataques en Bélgica, en contraste con las de los ataques del 9-11 y París, como un vocero británico de un partido anti Unión Europea que aseguró que “las fronteras abiertas (de Europa) son una amenaza para nuestra seguridad”, a pesar de que el Reino Unido no hace parte de la zona Schengen; o que un columnista del Daily Telegraph describió a Bruselas como la capital “yihadista de Europa”; y que Donald Trump cuestionó el gasto en la Otan y más bien insistió en su propuesta de restricción de ingreso a los islámicos a Estados Unidos.

La columnista dice que hay explicaciones para estas actitudes; por ejemplo, la desastrosa decisión la canciller alemana Ángela Merkel para, aparentemente, invitar a los refugiados sirios a Europa o las escenas de campos de refugiados en Grecia, que han llevado a países como Estados Unidos a no aceptar más.

“Pero estas son explicaciones, no excusas para el aislacionismo estúpido. La única forma de combatir el yihadismo es a través de las alianzas militares, económicas y políticas existentes”, concluye.

LO ÚLTIMO