Heredera de una familia de inversionistas e industriales, Katharina Andresen mostró una tasa de alcoholemia de 0,64 gramos por litro de sangre durante un control de rutina nocturno realizado en abril, señala la sentencia.

En Noruega, país extremadamente estricto en estos temas, la tasa autorizada de alcohol en la sangre es de 0,21 gramos por litro.

Las infracciones de este tipo se castigan generalmente con una multa equivalente a 1,5 meses de salario bruto.

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Como la joven, de 22 años, es todavía estudiante y no tiene salario, el tribunal de Oslo decidió calcular la multa a partir de su fortuna que se eleva a 7.700 millones de coronas (unos 800 millones de euros, 940 millones de dólares).

“Lamento haber conducido con una tasa de alcoholemia positiva”, reaccionó Katharina Andresen en un mensaje de texto enviado al diario Finansavisen, que destapó el caso.

“Creía que había bajado a cero después de tanto tiempo pero debería haberlo comprobado. Lo siento realmente”, agregó.

La rica heredera fue también condenada a 13 meses de suspensión del permiso de conducir, que deberá volver a obtener al término de este periodo.

AFP