“Creo que esto es algo grande”, dijo Bee Anantatho, propietaria del restaurante junto a su esposo, Surachai Surabotsopon, luego de que uno de los meseros le llevara la sorpresiva propina, informa el Denver Post.

Anantatho consultó con el personal qué hacer, ya que normalmente ponen las propinas en una jarra para dividirla entre los meseros. Él joven que la había recibido no ocultaba su alegría.

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“Dijo que había leído muchas historias como esta, pero normalmente la propina es unos cientos de dólares, no 1.000”, dijo la mujer.

Sin embargo, Anantatho les dijo que era mejor guardar el dinero y esperar por si el cliente regresaba.

Al día siguiente, tan pronto abrieron el restaurante, el hombre regresó y explicó que estaba borracho y que no se dio cuenta que había puesto todo el dinero que tenía al pagar la cuenta.

La dueña pensó que tal vez el hombre había confundido los billetes de 100 con billetes de 1 y decidió devolverle el dinero.

El hombre le pagó 100 dólares para pagar los 60 de su cena y el resto, en una propina no tan generosa como la anterior.

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