Lo del récord fue una broma del exdirector de la CIA a su llegada a Foggy Bottom, el edificio del departamento de Estado en Washington.

Luego de la toma de posesión del cargo el jueves, Pompeo tomó inmediatamente el avión para una reunión de la OTAN en Bruselas, luego a Medio Oriente, desde donde regresó en la noche del lunes.

En consecuencia, el martes se dirigió por primera vez al personal diplomático, al que agradeció calurosamente por su “increíble trabajo” luego de la partida de su predecesor Rex Tillerson, despedido brutalmente a mediados de marzo por Trump.

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“Estar aquí y ver al cuerpo diplomático más importante del mundo me hace terriblemente humilde”, dijo en medio de aplausos.

Quince meses después de la llegada de Trump a la Casa Blanca, numerosos puestos clave deben aún ser cubiertos y Pompeo prometió durante una audiencia ante el Senado que aceleraría el proceso luego de su nominación.

Aseguró que “el objetivo final” es “poner en marcha la política exterior del presidente Trump y de Estados Unidos en el mundo, ser la cara diplomática que obtiene los resultados que Estados Unidos necesita desesperadamente en el mundo”.

Cuando las negociaciones por los programas nucleares iraní y norcoreano se acercan a etapas cruciales, el jefe de la diplomacia estadounidense prometió decir más sobre sus prioridades y sobre su “estilo de liderazgo” en los próximos días, luego de la ceremonia de investidura por parte de Trump, quien se hará presente en el departamento de Estado el miércoles por primera vez.

AFP