La política de no dar anunciantes a videos que contengan ciertos temas no es nueva. La razón por la que el tema ha cobrado relevancia es que ahora el sitio les envía notificaciones a los ‘youtubers’ para avisarles que su video ya no recibe dinero (es desmonetizado) porque contiene temas que, según ellos, a los anunciantes no le interesan, es decir, no son “amigables” para ser anunciados.

Los temas ‘no monetizables’ son:

  • Contenido sexualmente sugestivo, incluyendo desnudez parcial y humor sexual.
  • Violencia, incluyendo muestra de heridas graves y eventos relacionados con extremismo violento.
  • Lenguaje inapropiado, incluyendo acoso, palabras groseras y lenguaje vulgar.
  • Promoción de drogas y sustancias reguladas, incluida la venta, el uso y abuso de dichos items.
  • Temas o eventos controversiales o sensibles, incluyendo los relacionados con guerra, conflictos políticos, desastres naturales y tragedias, incluso si no se muestran imágenes explícitas.

El problema con estos aspectos es que en general pueden ser demasiado amplios, y dado que lo que considera a un video no apto para ser monetizado es un algoritmo y no una persona; contenidos que traten, por ejemplo, sobre el consumo de medicamentos legales o el tratamiento de enfermedades pueden ser ‘desmonetizados’ sin que alguien compruebe que realmente no entran dentro del contenido ‘no amigable’ para los anunciantes, explica el portal Medium.

Por supuesto, YouTube sabe que el algoritmo no es tan inteligente y por eso tiene un sistema de revisión manual, para que si este tipo de cosas llega a ocurrir, los videos que fueron señalados erróneamente como ‘no amigables’ puedan ser publicitados.

Pero algunos ‘youtubers’, como Philip DeFranco, quien denunció en un video que lo que hacía YouTube al impedirle ganar dinero con sus videos, por usar “lenguaje demasiado fuerte”, era censurarlo, consideran que lo que hace el sitio es obligarlos a dejar de hablar de ciertos temas para buscar otros que sí sean rentables.

En esencia, no se trata de una censura directa, pues los videos que no son monetizados por el sistema de anuncios de YouTube pueden seguir existiendo en el sitio (siempre y cuando cumplan con las restricciones de no pornografía, discurso de odio o contenido que infrinja derechos de autor), pero sí se crea el interrogante de cuáles son los temas que la página quiere patrocinar.

Por supuesto, como recuerda Tod Spangler, de la revista Variety, los patrocinadores son perfectamente libres de escoger con qué productos quieren ser relacionados y es comprensible que veten ciertos contenidos, como violencia, drogas, etc., pero si nadie patrocina hablar de temas “controversiales”, se quedaría de lado casi cualquier tema noticioso.

Para Spangler, aunque el sistema algorítmico del sitio no es perfecto, el hecho de que permitan a los creadores apelar a la ‘desmonetización’ y en dado caso revertir la decisión, demuestra que no buscan bloquear todos los contenidos. “YouTube no está censurando ningún discurso. Aún son libres de publicar cualquier contenido controversial o raro que quieran, pero no necesariamente tienen derecho a hacer dinero con eso”, finaliza.

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