En total son siete los policías brasileños acusados de extorsionar a Juan Carlos Ramírez Abadía, alias ‘Chupeta’, a cambio de no informar a sus superiores que el capo se escondía en ese país. Un juez los halló culpables y los condenó a penas de entre 8 y 9 años de prisión, informaron fuentes judiciales, citadas por EFE.

Según la investigación, dos comisarios, tres investigadores y dos agentes que trabajaban en el Departamento de Prevención y Represión al Narcotráfico (Denarc) de la Policía Civil de Sao Paulo, le exigieron dinero al narcotraficante para guardar silencio, sabiendo que era uno de los hombres más buscados del mundo.

Aunque los policías negaron los crímenes y llegaron a ser absueltos por un juez de primera instancia, por supuesta falta de pruebas, la Fiscalía presentó un recurso que llevó el caso hasta el Tribunal de Justicia de Sao Paulo, una corte de segunda instancia.

De acuerdo con la magistrada Ivana David, la relatora del caso, “quedó demostrado que los acusados, mediante amenazas, hicieron que el responsable por lavado de dinero del grupo criminal (cartel del norte del Valle) vendiera un vehículo de lujo y les diera parte del valor de la venta”.

Así las cosas, los policías se quedaron con 71.000 reales (unos 21.515 dólares) del valor de la venta.

Las investigaciones sobre el caso comenzaron en agosto de 2007 cuando el colombiano, al ser arrestado, denunció que había sido extorsionado por policías brasileños.

‘Chupeta, que estuvo preso un año en Brasil, fue extraditado el 22 de agosto de 2008 a Estados Unidos, que lo reclamaba por al menos 15 asesinatos, tráfico internacional de drogas y delitos financieros.

Cuando lo detuvieron, ‘Chupeta’ tenía el rostro desfigurado por cuatro cirugías plásticas, y tenía mansiones, haciendas, yates, aviones y carísimos automóviles, bienes que fueron incautados y vendidos en diferentes subastas. Su fortuna en Brasil era calculada por la Policía en 1.800 millones de dólares.