Lula, que había sido llevado a la comisaría de la Policía Federal en el aeropuerto de Congonhas de Sao Paulo a las 8.00 hora local (11.00 GMT), salió de la terminal hacia las 11.30 hora local (14.30 GMT) en un vehículo particular y se dirigió a la sede de la dirección nacional del Partido de los Trabajadores (PT), en el centro de la mayor ciudad brasileña.

El ex jefe de Estado fue el principal blanco en una operación realizada por la Policía Federal en el marco del proceso por los desvíos en la petrolera estatal por más de 2.000 millones de dólares.

Además de conducir a Lula a una comisaría para prestar declaración, la Policía allanó varias residencias del exmandatario, incluyendo el Instituto Lula, de sus familiares y de algunos allegados.

Entre las propiedades allanadas figuran un apartamento de playa y una casa de campo que están a nombre de empresarios pero cuya propiedad se atribuye a Lula en un proceso por ocultación de patrimonio y blanqueo de dinero.

El expresidente, contra quien fue dictada una orden de “traslado coercitivo” para que compareciera a la comisaría sin que se le privara de la libertad en ningún momento, abandonó el aeropuerto por una puerta trasera y a la que no tienen acceso ni el público ni la prensa.

En una rueda de prensa en la que dio detalles de la operación, el fiscal Carlos Fernando dos Santos Lima, responsable de la investigación del caso de Petrobras, afirmó que el conjunto de indicios contra el exmandatario es “bastante significativo”.

 

La operación

Los uniformados se presentaron en la residencia de Lula en la ciudad de Sao Bernardo do Campo, en la periferia de Sao Paulo.

También fueron allanados la sede del Instituto Lula, que dirige el expresidente; una finca de la localidad paulista de Atibaia, y un apartamento en el balneario de Guarujá, entre otros lugares.

En esos dos últimos casos, las autoridades sospechan que esas propiedades pertenecen en realidad a Lula, aunque figuran a nombre de otras personas allegadas al exmandatario.

Fuentes policiales confirmaron a Efe que también ha sido allanada la residencia en Sao Paulo de uno de los hijos de Lula, que está bajo sospecha de haber incurrido en algunas prácticas corruptas junto con su padre.

Las autoridades judiciales, que investigan a Lula por sospechas de “ocultación de patrimonio” y “lavado de dinero”, han manifestado que hoy mismo ofrecerán detalles sobre la operación en torno al expresidente y su familia en una rueda de prensa.

La operación se enmarca en las investigaciones de corrupción en la estatal Petrobras y fue ordenada por el juez federal Sergio Moro, que está a cargo de las averiguaciones sobre una red que se apropió ilegalmente de unos 2.000 millones de dólares de las arcas de la petrolera.

Cabe mencionar que, este jueves, la situación se Lula pareció agravarse, cuando fue difundida la declaración de un delator del caso Petrobras, el cual aseguró que el exmandatario “ordenó” sobornar a algunos de los detenidos a cambio de su silencio y de que no colaborasen con la justicia.

Con información de EFE

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