Se trata del capitán Carlos Antonio Ortega Bonilla, de 66 años de edad, y que trabajó 41 años como piloto en empresas como Avianca y AeroRepública, y fue un alto funcionario de la Aeronáutica Civil, recoge Kienyke.

Ahora, Ortega vive en Bogotá, está endeudado hasta los dientes, vive de lo que le dan sus hijos, perdió su empresa y su reputación, y no tiene esperanzas de que le reconozcan los 300 mil dólares que perdió en su defensa, más dinero por daños y perjuicios ocasionados por un error de las autoridades estadounidenses, que lo confundieron con un narco costarricense del mismo nombre, señala The Miami Herald.

Cuando agentes de la DEA llegaron de madrugada a su casa en Bogotá en octubre del 2011, luego de informarle que la justicia de EE. UU. lo buscaba por (presuntamente) haberles vendido un avión a narcos (los agentes dijeron que tenían grabaciones que así lo comprobaban), Ortega fue llevado a La Picota antes de ser extraditado a La Florida, Estados Unidos.

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Casi de inmediato, los agentes de la DEA supieron que se trataba de un homónimo: “Hubiera bastado con mirar el pasaporte de Ortega para comprobar su nombre completo y que jamás había estado en Costa Rica para comprobar su inocencia”, dice la nota del ‘Herald’.

El periódico cita la defensa de Ortega, que en todo momento insiste que la fiscal Andrea Hoffman ocultó evidencia que probaba la inocencia del piloto colombiano. Ahora, las autoridades de Estados Unidos dicen que Hoffman tiene “inmunidad soberana” y que por ello no le cabe una demanda por los siguientes abusos:

– Falso encarcelamiento.

– Falsa condena.

– Abuso en el proceso.

– Infringir presión emocional con intención.

El colombiano dice que pese a ser inocente, se le retiró su visa para entrar a Estados Unidos y que en repetidas ocasiones la fiscal le dijo que si se declaraba culpable, lo dejaba ir a casa, cosa que Ortega nunca aceptó: “¿Por qué habría de declararme culpable por algo que yo no hice”, dice el hombre, quien evidentemente perdió el brillo y la emoción por la vida. “De todo esto no me quedó nada, más allá de las deudas”, concluye.

Este es el video de YouTube, sacado del canal de TV A&E, que cuenta parte de la historia de este capitán:

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