En una entrevista en una radio de su estado natal de Wisconsin, le preguntaron a Ryan sobre la posibilidad de que Trump acabe con el programa, a lo que contestó: “No creo que deba hacer eso, esto es algo que el Congreso necesita arreglar”.

“Esta gente está en el limbo, son niños que no conocen otro país, a los que sus padres trajeron aquí y que no conocen otro hogar. Realmente creo que debe haber una solución legislativa y eso es en lo que estamos trabajando y queremos tranquilizar a la gente”, dijo Ryan, el republicano con mayor rango en el Congreso, el único órgano con poder para cambiar el sistema migratorio de Estados Unidos.

El influyente congresista aseguró que ha tenido “muchas conversaciones” sobre el asunto con la Casa Blanca y recordó que el presidente también ha mencionado que “quiere una solución humana para este problema”.

Durante la campaña electoral de 2016, Trump prometió que acabaría con el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), aunque posteriormente reconoció que ese “es uno de los temas más difíciles” con los que se enfrenta en su presidencia y aseguró que lo encarará “con corazón”, sin dar más detalles.

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Con sus declaraciones, Ryan apoyó las iniciativas que se están debatiendo en el Congreso para proteger a los beneficiarios del DACA, una acción que hasta ahora no había tomado ningún líder republicano en el Congreso y que supone un cambio de postura para el propio legislador, quien votó contra el programa en varias ocasiones.

Además de Ryan, otros legisladores republicanos han pedido a Trump que no acabe con el DACA, proclamado por Obama en 2012 y que ha permitido a miles de jóvenes, conocidos como “dreamers” (soñadores), frenar su deportación, obtener una licencia de conducir y un permiso de trabajo temporal.

Entre esos congresistas republicanos favorables a DACA figura el senador Orrin Hatch y los legisladores Carlos Curbelo e Ileana Ros-Lehtinen, ambos hispanos y representantes de Florida.

El Gobierno ha recibido una gran presión para acabar con el DACA por parte del fiscal general de Texas y de otros nueve estados conservadores, que han amenazado con interponer antes del 5 de septiembre una demanda contra Trump si su Gobierno no acaba con el plan migratorio.

Con EFE