Esa persona vio que Cola, como se llama el perro, había destrozado sus zapatos y decidió castigarlo de esa manera tan salvaje. Ahora vagabundea de nuevo gracias a dos prótesis hechas a medida, similares a las del campeón paralímpico Oscar Pistorius.

Ese cambio en su vida fue gracias a Johm Dalley, un jubilado británico y residente desde hace años en Tailandia. Este hombre se apiadó del perro, lo adoptó y se lo llevó a un lugar de baños medicinales en la provincia de Phuket, célebre por su playa de arena blanca.

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Al cabo de un tiempo, Dalley recurrió a una empresa local especializada en prótesis para personas con el fin de que fabricara un par de patas para Cola.

De acuerdo con Dalley, estas prótesis “le dan un mejor equilibrio” y son más livianas en comparación con un modelo anterior que habían usado.

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“Queríamos lograr unas prótesis que no fueran demasiado pesadas, un poco flexibles a nivel del pie”, aseguró Teddy Fagerstrom, director de la empresa que le dio las nuevas patas al perro.

El dueño de Cola, quien tiene 8 perros más, expresó que “es increíble cómo los perros se adaptan tan rápido”. Dalley también indicó que después de hacerse cargo de esos canes, él mismo creó una asociación llamada “Soi Dogs” (soi en tailandés significa calle), dedicada a los perros vagabundos.

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Paradójicamente, Fagerstrom espera que el caso de Cola sensibilice a los tailandeses sobre la conveniencia de recurrir a las prótesis de alta tecnología en un país donde se tiende a ocultar la condición de minusválido.

A continuación, otras fotos de Cola:

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Con AFP.

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