Emily Pankhurst de Kent, Inglaterra, creyó que la fatiga, la fiebre y los dolores de cabeza que sentía se debían a la presión de sus exámenes finales universitarios. Sin embargo, luego de experimentar una hemorragia anormal días después de que su periodo menstrual hubiera pasado, decidió ir al médico, según reporta el Kent Online.

El médico la dejó ir a casa sin hacerle un examen interno y le dijo que tomara una muestra ella misma. La madre de Emily le sugirió que se bañara y que revisara si no había olvidado quitarse un tampón.

Para su sorpresa, Emily encontró un tampón que llevaba nueves días dentro de su cuerpo. “Se había ido tan arriba que no podía sentirlo”, dijo la joven.

Según registra el Mirror, media hora después de retirar el tampón olvidado, Emily comenzó a sentirse muy mal. Su habla se volvió confusa y su piel se llenó de manchas, por lo que fue llevada de inmediato a urgencias, donde le dijeron que tenía síntomas de sepsis y que si hubiera esperado un poco más habría podido morir.

Durante tres días le dieron antibióticos intravenosos y medicamentos para el dolor. Actualmente se recupera lentamente, pues debido al episodio se encontraba tan débil que apenas podía caminar.

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