El equipo de prensa del diario El Comercio estuvo en poder de rebeldes disidentes de la exguerrilla colombiana de las Farc, quienes los ejecutaron en cautiverio.

El viernes el presidente ecuatoriano Lenín Moreno confirmó el asesinato y lanzó con Colombia una cacería contra los responsables, mientras dejó en manos del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) la recuperación de los cuerpos.

Este operativo transcurre bajo reserva y no tiene una fecha prevista de culminación.

“Se están haciendo esas coordinaciones con el gobierno colombiano, sin fecha alguna”, dijo Navas.

Desde que se produjo el secuestro en Mataje, una localidad ecuatoriana en los límites con Colombia, ambos gobiernos han suministrado información contradictoria sobre el lugar adonde fueron llevados los rehenes y el sitio de su ejecución.

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El equipo conformado por Javier Ortega (32 años), el fotógrafo Paúl Rivas (45) y el conductor Efraín Segarra (60) se encontraba haciendo un reportaje sobre la inusitada violencia que enfrenta Ecuador, cuando cayó en manos del grupo Oliver Sinisterra que dirige Walter Artízala, alias Guacho.

Los rehenes fueron obligados a grabar un video que fue difundido el 3 de abril, en el que pedían un trato con los captores que incluía su canje por miembros de esa organización presos en Ecuador. Fue la última vez que se les vio con vida.

El jueves los secuestradores hicieron llegar unas fotos que mostraban a los dos periodistas y el chofer encadenados y ultimados a balazos.

AFP