El pastor protestante Cirilo Jerónimo, de 55 años, vio a la víctima, de tan solo 8 años, sentada cerca de un puente colgante del municipio de San Pedro Sochiápam, México, mientras la pequeña esperaba a su hermanito, recoge El Debate.

El líder espiritual decidió, de manera violenta, arrastrar a la niña al monte, donde la violó y así lo siguió haciendo en la iglesia que el mismo hombre dirige.

Con los días, los padres de la menor comenzaron a notar que estaba retraída, no jugaba, no hablaba y a menudo lloraba, por lo cual decidieron preguntarle qué le sucedía. Fue entonces que la niña contó lo que le venía pasando, cuenta El Universal.

Preocupados, los padres, quienes no hablan español sino su lengua nativa, denunciaron el caso ante las autoridades, quienes no dieron crédito a la versión de la niña y decidieron que para arreglar el asunto el presunto agresor debería darle al padre de la víctima dos cartones de cerveza, que, junto con el trabajo comunitario, es la forma en que se compensan los delitos menores en ese pueblo.

La niña fue llevada al hospital y allí se confirmó que sí había existido abuso. Con ese dictamen, autoridades enviadas por la Fiscalía General procedieron a arrestar al agresor el 7 de octubre, casi un mes después de la primera violación. La pena por ese delito en el estado de Oaxaca es de 15 a 20 años de prisión.

 

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