Tras ser considerado un presidente aislacionista, el actual primer mandatario de los EE. UU. cambió de parecer y decidió involucrarse en el conflicto sirio, con un ataque aéreo en retaliación por el atentado con gas venenoso de esta semana.

“Mi actitud hacia Siria y Asad ha cambiado dramáticamente”, dijo Trump después del presunto ataque químico a la aldea siria de Jan Sheijun. Veinticuatro horas más tarde, el presidente estadounidense ordenó un ataque sin precedentes contra el régimen sirio.

Aquí, un resumen de los sucesos que condujeron a esta determinación:

Primera reacción retardada

El día del ataque (ataque químico a Jan Shijún), el martes, Donald Trump se contentó con un comunicado tardío en el que condenó un ataque “reprochable” que “no puede ser ignorado por el mundo civilizado”, sin presentar ninguna estrategia.

La vacilación de la administración Trump despertó la ira de los republicanos en el Congreso, John McCain al frente, quien denunció la “retirada de Estados Unidos” y “un nuevo capítulo vergonzoso en la historia estadounidense”.

El tono cambia

Al día siguiente, el tono cambió. Donald Trump afirmó el miércoles que las imágenes insostenibles de las víctimas moribundas “tenían un impacto enorme” en él y que su “actitud hacia Siria y Asad había cambiado dramáticamente”.

El presidente estadounidense deja que su emoción se filtre, durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, cuando evoca “a los niños pequeños e incluso a los pequeños bebés” que perecieron.

Estos actos horribles del régimen de Asad no pueden ser tolerados”, remarcó, y amenazó por primera vez con tomar medidas.

Salida de Asad

El cambio de rumbo se confirma el jueves con una clara agudización de Washington contra Bashar al Asad. La administración Trump ahora pide abiertamente su salida.

El papel de Asad en el futuro es incierto y con los actos que ha cometido, parece que no tiene ningún rol para gobernar al pueblo sirio”, dijo Rex Tillerson, jefe de la diplomacia estadounidense.

Una semana antes, el mismo Tillerson había dicho que la salida de Bashar al Asad no era la prioridad de Washington. “El destino del presidente Asad en el largo plazo será decidido por el pueblo sirio”, dijo.

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Impasse en la ONU

Las negociaciones en el Consejo de Seguridad sobre una resolución condenando y lanzando una investigación sobre el presunto ataque químico a Jan Sheijun terminan en un impasse. Rusia se niega a exponer a su aliado sirio a una investigación encomendada por la ONU (Organización de las Naciones Unidas).

Mostrando dos fotos de los niños muertos en el ataque, la embajadora de Estados Unidos en la ONU, Nikki Haley, sugiere una posible acción unilateral.

Cuando las Naciones Unidas fallan constantemente en su misión de acción colectiva, hay momentos en la vida de los Estados en los que estamos obligados a actuar por nuestra cuenta”, dijo al Consejo de Seguridad.

Desde el avión presidencial Air Force One que lo trasladaba a Florida, Donald Trump expresa la inminencia de una acción militar. “Lo que sucedió en Siria es una vergüenza para la humanidad (…) así que creo que algo debería hacerse”, manifestó, sin más detalles.

Ataque punitivo

Unas horas más tarde, alrededor de la media noche hora de Greenwich, dos buques estadounidenses disparan 59 misiles de crucero Tomahawk contra la base aérea siria de Al-Chaayrate, en el centro del país.

Desde su residencia en Florida, Donald Trump pide a todas las “naciones civilizadas” que detengan el baño de sangre en Siria poco después de que él ordenara el ataque punitivo, el primero de Estados Unidos contra el régimen de Bashar al Asad desde que empezó la guerra.

AFP