Con una camiseta que lo anuncia como “El paseador de personas”, McCarthy camina con quienes estén dispuestos a pagarle 7 dólares por cada milla (1.6 kilómetros) recorridos.

De acuerdo con The Guardian, la idea, comenzó como una especie de chiste, una forma imaginaria de conseguir algo de dinero cuando estaba desempleado. Pero cuanto más lo pensaba, menos loco le parecía el proyecto.

El anuncio con el que promueve el servicio deja claro que no solo es una opción para quienes se sienten solos, sino también para quienes se sienten más seguros acompañados o solo quieren conversar con alguien mientras caminan.

¿Necesita motivación para caminar? ¿Le da miedo caminar solo, de noche? ¿No le gusta caminar solo en absoluto? ¿No quiere que la gente lo vea caminar solo y asuma que no tiene amigos? ¿No le gusta escuchar música o grabaciones pero no puede caminar solo en silencio, obligado a enfrentar los pensamientos del futuro desconocido o su propia insignificancia en el universo que constantemente se expande?”

Y la idea ha sido tan bien acogida que McCarthy ya ha tenido que formar un equipo con otras 5 personas para pasear a más gente en otras partes de la ciudad.

“Trato de escuchar más que hablar”, dice McCarthy, quien asegura que es respetuoso cuando sus clientes le confiesan cosas privadas, aunque eso normalmente no ocurre. “Es más que todo superficial, cosas de charla trivial. Pero creo que es terapéutico aunque las personas no estén desnudando sus almas”.

Algunas personas en Facebook apoyan la iniciativa como algo que debería replicarse en otra ciudades. Un hombre en Nueva York, por ejemplo, quiere que McCarthy acompañe a su hijo de 8 años a la parada del autobús todos los días.

El ‘paseador de personas’ cree que el éxito de la iniciativa se debe también a que las personas viven rodeadas de computadores y teléfonos, pero aisladas de contacto humano. “Estamos comunicándonos constantemente, pero no estamos conectando tanto”, dice al medio y señala que también necesitamos hacer ejercicio.

LO ÚLTIMO