Ella voló con destino a Nueva Zelanda, pero al arribar al Aeropuerto de Auckland, las autoridades la descubrieron, informó el Ministerio de Industrias Primarias (MPI) de ese país mediante un comunicado.

Debido a que se negó a que su equipaje de mano fuera examinado con rayos x, las autoridades comenzaron a sospechar de la pasajera.

Ella estaba reacia a que su equipaje pasara por rayos x, y decía que ya había sido revisado por nuestros oficiales de cuarentena. Reveló que tenía un gato luego de que nosotros insistimos en que la maleta debía someterse a otros controles de seguridad”, señaló Craig Hughes, mánager de MPI.

Por el hecho, oficiales de inmigración le prohibieron la entrada al país y le exigieron regresar a Canadá con su gato, ‘Dirty Boots’, tan pronto como fuera posible.

Creemos que esto fue un intento de contrabando deliberado y muy estúpido. Existen reglas estrictas de seguridad para impedir que gatos y perros importados introduzcan enfermedades y pestes en Nueva Zelanda. Obviamente, la pasajera decidió que esas reglas no aplicaban en su caso”, agregó Hughes.

LO ÚLTIMO