Los más altos jueces de Inglaterra escucharán los alegatos de varios demandantes, entre ellos un gestor de fondos de inversiones, un peluquero y un británico afincado en Francia a los que se sumaron otros ciudadanos ordinarios.

May rechaza que el Parlamento se pronuncie y ha tildado la demanda de intento de “subvertir” el resultado del referéndum del 23 de junio en que 52% de los votantes se pronunció a favor de la salida de la UE.

Pero los demandantes aseguran que el referéndum fue solo “consultivo”, que su desenlance tiene que ser validado por los diputados, y que solo el Parlamento tiene la potestad de despojar a los británicos de sus derechos como ciudadanos europeos.

“El Parlamento nos llevó a la Unión Europea y solo el Parlamento puede sacarnos de ella”, argumentó el abogado John Halford, del bufete Bindmans, uno de los defensores de la demanda.

En las últimas horas, May se ha mostrado abierta a que el Parlamento pueda examinar su estrategia de salida de la UE, sin dar muchos detalles del escrutinio que está dispuesta a tolerar, pero en cualquier caso sin poder revertir el resultado del referéndum del 23 de junio.

La mayoría de los diputados hizo campaña a favor de la Unión Europea, y aunque muchos aceptan ya el resultado del referéndum, debatir todos los puntos del plan del gobierno para salir de la UE podría demorar todo el proceso.

AFP

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