De acuerdo con Clarín, de esta manera se demostraría que, contrario a lo que el papa argentino dijo en su visita a Chile, sí hubo víctimas de sacerdotes pedófilos que denunciaron lo ocurrido, según le dijeron el autor de la carta y un miembro de la comisión sobre abusos, conformada por el pontífice, a la agencia AP.

El escrito de 8 páginas puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza para Francisco, ya que dejaría en evidencia que su “tolerancia cero” con los abusos sexuales en la iglesia, y su solidaridad con las víctimas de tales delitos, no es tan firme como él pretende.

La carta, escrita por Juan Carlos Cruz, llegó al Vaticano con unos miembros de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, que viajaron expresamente a entregar el documento, en el que se describen besos, manoseos y abusos que el remitente sufrió por parte del sacerdote Fernando Karadima, los cuales, según la misiva, fueron presenciados e ignorados por Barros y otras personas, recoge La Tercera.

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El documento le fue entregado al cardenal Sean O’Malley, a quien le explicaron las razones que tenían para rechazar el nombramiento de Barros como obispo (promovido por Francisco). El purpurado aseguró que le entregaría la carta al papa, además de transmitirle las preocupaciones de los miembros de la comisión. Días después, el cardenal les dijo que la entrega se había efectuado, dijo Marie Collins, miembro de la mencionada comisión.

Esta es la segunda vez en menos de un mes que la polémica por ese tema alcanza al papa. La primera ocurrió en Chile, cuando dijo que lo único que había en contra del obispo Barros eran “calumnias”, y exigió que le mostraran pruebas del supuesto encubrimiento del prelado.

A su regreso de ese viaje, luego de su paso por Perú, el pontífice ofreció disculpas por sus declaraciones, que hicieron una herida “sin quererlo”, aunque insistió en que el caso del obispo se estudió una y otra vez, y no hay pruebas para condenarlo.