A pesar de que la niña de 2 años Phillipa Woods, no parecía tener síntomas de alguna enfermedad más allá de algún virus, sus padres pensaron que algo más debía ocurrirle para que Bessie la oliera constantemente y no quisiera dejarla sola ni un instante.

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Por eso decidieron llevarla al médico y allí les confirmaron que la pequeña estaba en la etapa temprana de un tipo agudo de leucemia, por lo que debían tratarla de inmediato, informa el diario Mirror.

La pequeña ya va a recibir su segunda ronda de quimioterapia y aunque le espera un difícil tratamiento, los padres están agradecidos de que Bessie los haya ayudado a descubrir la enfermedad a tiempo.

De acuerdo con The Sun, Bessie pertenece a la misma familia de otro perro que ayudó a diagnosticar a su dueña un cáncer de seno, por lo que al parecer su olfato para la enfermedad viene en su sangre.

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