“Hoy 26 de octubre nos movilizamos los venezolanos en defensa de nuestros derechos constitucionales y contra el golpe (de Estado)”, señaló en Twitter el excandidato presidencial Henrique Capriles, principal promotor del referendo.

En Caracas, donde se espera que se verifiquen las mayores protestas, centenares de personas empezaban a concentrarse en siete puntos de donde marcharán hacia la autopista Francisco Fajardo (este).

“Nos secuestraron el derecho (a revocar a Maduro). Eso es lo que estamos reclamando hoy en toda Venezuela, el retorno a la democracia”, afirmó el secretario de la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba.

Varios comercios del este de la capital permanecían cerrados, mientras que siete estaciones del metro de la ciudad fueron clausuradas “en resguardo de los usuarios”, según la empresa administradora.

La denominada “Toma de Venezuela” ocurre en el que debía ser el primero de tres días para la recolección de cuatro millones de firmas (20% del padrón electoral), último paso antes del llamado a referendo. Al cumplir ese requisito, la oposición quería evidenciar el mayoritario rechazo al gobierno.

Pero el proceso fue suspendido la semana pasada por tribunales penales regionales, que acogieron  denuncias de fraude del oficialismo en una primera etapa de recolección de firmas.

Gobierno y oposición, que se acusan mutuamente de “golpismo”, exploran al mismo tiempo la posibilidad de un diálogo con facilitación del Vaticano, en medio de una aguda crisis económica que se traduce en escasez de alimentos y medicinas y una inflación calculada por el FMI en 475% para este año.

El gobierno culpa de la crisis económica a “empresarios de derecha” que buscan desestabilizarlo, pero la oposición responsabiliza al modelo socialista y sostiene que el revocatorio era la última “válvula de escape” de una población hastiada de hacer largas filas para conseguir los pocos productos a precios subsidiados.

Este es el video de las incendiarias declaraciones del presidente venezolano, luego de conocer que le abrirán juicio de responsabilidades políticas y penales:

Para este miércoles, Maduro convocó al Consejo de Defensa de la Nación, del que participan los poderes públicos y en el que se propone abordar lo que considera un “golpe parlamentario”, en referencia a un juicio de responsabilidad política que la Asamblea acordó iniciar en su contra.

En ese contexto el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino, y el alto mando militar ratificaron su “lealtad incondicional” a Maduro.

Poder versus capital político

“La fuerza de la oposición son los votos de la gente”, dijo el politólogo Luis Salamanca, quien considera que la suspensión del proceso revocatorio “ha colocado el conflicto político en un punto crítico”.

En diciembre de 2015, la oposición venció ampliamente en las elecciones legislativas y por primera vez en 17 años de chavismo logró la mayoría parlamentaria.

Sin embargo, la justicia declaró a la Asamblea en desacato y sus actos son considerados nulos. “La Asamblea Nacional ha sido vaciada de sus competencias. Es una disolución por cuentagotas”, dijo Salamanca.

“El capital político lo tiene la MUD, pero el gobierno tiene el poder. Para que la oposición acceda al resto de los poderes debe haber elecciones”, comentó el experto.

Pero desprovista de la posibilidad de movilizar a sus seguidores en un evento electoral inmediato, el desafío opositor es la protesta.

Diálogo

Con la crispación a tope, el Vaticano anunció esta semana el inicio de una mesa de diálogo entre gobierno y oposición.

Planteado para el domingo en Isla Margarita (norte), el inicio del diálogo fue desmentido en un primer momento por los más importantes dirigentes opositores, pero luego señalaron estar dispuestos a acudir a la mesa si las conversaciones se llevan a cabo en Caracas.

“Tenemos la posibilidad de tener un referí con alcance planetario, como es el Vaticano. Hemos planteado que el encuentro sea en Caracas, tendremos que ponernos de acuerdo”, afirmó Torrealba.

Maduro aseguró que el domingo estará en Margarita para la instalación de la mesa. “Para nosotros el diálogo no tiene alternativa”, dijo.

Salamanca sostiene que en Venezuela “la cuerda se ha tensado, con riesgo de romperse. Es vital evitar que la confrontación escale a una confrontación con sangre. Si para algo puede servir el diálogo es para evitar eso”.

AFP

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