María Esther vestía una camiseta estampada con el rostro del excarcelado dirigente opositor venezolano Leopoldo López, al marchar este domingo a los 100 días de protestas contra el presidente Nicolás Maduro: “Seguiremos en las calles”, prometió.

El artículo continúa abajo

Miles de manifestantes se concentraron en Chacaíto, en el este de Caracas, muchos con ímpetu renovado por la medida de casa por cárcel recibida en la víspera a López, un ícono entre los opositores presos en Venezuela, cifrados en 431 por la ONG de derechos humanos Foro Penal.

“Es un paso adelante para él, su familia y todos los que buscamos un cambio. Nos impulsa a seguir en la calle para exigir su libertad y la de todos los presos políticos”, dijo a la AFP María Esther Pinto, de 46 años y quien protestaba junto con su esposo y sus dos hijas, también vestidas con camisetas estampadas con el rostro de López.

El opositor quedó el sábado bajo arresto en su residencia en el este de Caracas, luego de cumplir tres años y cinco meses de la condena de casi 14 años que se le imputó, acusado de instigar a la violencia en protestas que dejaron 43 muertos en 2014.

Desde una tarima en el lugar donde López se entregó a las autoridades en febrero de 2014, dirigentes opositores llamaban a participar el próximo domingo en un plebiscito simbólico que convocaron -sin aval del poder electoral- para preguntar a los venezolanos si aprueban una criticada Asamblea Constituyente que promueve Maduro.

AFP

“¡Será santa palabra! (…) Se levantará toda Venezuela para hacer valer el resultado”, decía sobre el plebiscito el diputado opositor Freddy Guevara, líder de Voluntad Popular, partido político fundado por López.

“No hay vuelta atrás”

La consulta, calificada de “ilegal” por Maduro y altos funcionarios, forma parte de una escalada anunciada por la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para impedir la Constituyente, que consideran un “fraude” del mandatario para perpetuarse en el poder.

“Faltan 7 días”, señalaba un cartel entre los manifestantes. “¿Quién decide en Venezuela?”, arengaba Guevara. “¡El pueblo!”, le respondían.

El 30 de julio están fijadas las elecciones de los 545 constituyentistas y, según Maduro, se harán “llueva, truene o relampaguee”. El gobernante asegura que es el “único camino para la paz” en medio de las manifestaciones, que han derivado en violentos disturbios que dejan 91 muertos.

VENEZUELA-CRISIS-OPPOSITION-PROTEST-100 DAYS
AFP / Opposition activists clash with the police during a demonstration marking 100 days of protests against Venezuelan President Nicolas Maduro in Caracas, on July 9, 2017. Venezuela hit its 100th day of anti-government protests on Sunday, one day after its most prominent political prisoner, Leopoldo Lopez, vowed to continue his fight for freedom after being released from jail and placed under house arrest. At least 91 people have died since non-stop street protests began on April 1. / AFP PHOTO / FEDERICO PARRA

Sin embargo, las protestas han recrudecido con el llamado a la Constituyente y los comicios son vistos por muchos como una línea roja.

“No hay vuelta atrás. Van a venir días cruciales para el futuro de Venezuela”, declaró a la AFP Virginia Gómez, manifestante de 65 años.

Un grupo de jóvenes, a unos metros, portaba una pancarta con el mensaje “100 días y seguimos en resistencia”.

María Esther dice que está “protestando desde el primer día” y cuenta que incluso ha hecho un collage con fotografías que ha tomado en todo este tiempo.

La concentración en Caracas se desarrolló con tranquilidad, aunque se registraban bloqueos de vías en zonas aledañas, con troncos de árboles derribados y basura.

“Una platica extra”

Vendedores ambulantes ofrecían franelas ilustradas con la cara de López en 25.000 bolívares (9,5 dólares a la tasa oficial más alta), una décima parte del ingreso mínimo integral en el país sudamericano.

“Se ha vendido un poquito más con lo de Leopoldo”, contó a la AFP uno de ellos, Francisco Pérez; aunque otro, César La Rosa, comentaba que “la cosa ha estado floja”, pues esperaba mayor presencia de manifestantes en la concentración.

Pérez, de 58 años, asegura haber despachado una treintena de camisetas con la figura de López, ganándose “una platica extra” que no cae mal en pleno colapso económico, con desbocada inflación y aguda escasez de alimentos y medicinas.

Con AFP