La misiva comienza con la cita de un aparte de la columna escrita por Charles M. Blow, publicada en The New York Times el pasado 9 de febrero, en la que describe la constante necesidad de Trump de “moler a la oposición”. Lance Dodes, que escribe la carta en nombre suyo y de varios colegas, dice que, “como profesionales de la salud mental”, comparten “la misma preocupación de Blow”.
La carta de los psiquiatras, también difundida en el diario neoyorquino, explica que hay un silencio en las organizaciones de medicina mental del país para evaluar figuras públicas desde 1973, cuando se acordó la ‘Regla de Goldwater’ en la Asociación Psiquiátrica Estadounidense. Sin embargo, consideran que tal silencio es un “fracaso”, y que se están “jugando muchas cosas” a nivel de nación como para permanecer en silencio.
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Luego, se refieren a las actitudes de Trump que, según ellos:
Demuestran una incapacidad para tolerar opiniones diferentes de las suyas, lo que le lleva a reacciones de rabia. Sus palabras y conductas sugieren una profunda incapacidad para sentir empatía”.
Agregan también que las personas que tienen esas características tienden a distorsionar la realidad para acomodarla a su estado psicológico, y que por eso atacan a los hechos mismos y a las personas (periodistas o científicos) que los difunden.
Finalmente, afirman que es posible que los ataques del presidente sigan en aumento, y consideran que la “grave inestabilidad emocional” que dejan ver sus acciones y su discurso, hacen de Trump un hombre “incapaz” de servir como presidente de la nación más poderosa del mundo.
La misiva originalmente fue publicada en la página de Lance Dodes. En ella se puede ver la lista completa de los médicos que firmaron el breve escrito.
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