“Generaba mucha ansiedad ir al baño porque cuando tú entras al baño está la escaneada de arriba para abajo para ver si es hombre o es mujer, a dónde va a entrar… también se escuchaban comentarios en el ascensor”, explica Matías en Los Informantes.

‘Mati’, como se hace llamar, añade que en la oficina tuvo que regular lo que comía y bebía (para evitar la ida al baño), y se tomaba su tiempo para identificar cuáles eran los baños que casi no usaba la gente antes de utilizarlos, lo cual le evitaba esa ansiedad.

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Para que el simple hecho de ir al baño no fuera “una pesadilla” para las personas transgénero, Matías González (también usa el nombre masculino), abogada de la Universidad de los Andes, lideró una campaña en la organización para que se instalaran baños a los que pudiera entrar cualquier persona sin importar el género con el que se identifique en el edificio de la OEA en Washington.

El logro es significativo para la comunidad LGBTIQ, especialmente en un país que recientemente ha debatido los derechos de los transgénero luego de que Carolina del Norte los obligara a entrar a los baños que correspondan con su sexo biológico, una medida que ha generado descontento entre los defensores de los derechos civiles, según recuerda The Guardian.

El argumento principal de quienes defienden la medida de Carolina del Norte es que no regular el acceso a los baños puede aumentar los casos de violencia en caso de que los hombres agredan a las mujeres y niñas en estos espacios.

Sin embargo, Matías explica que en los 14 estados en los que se han implementado baños sin género, no se han presentado casos de violencia que comprueben ese argumento y recuerda que cuando los negros luchaban por sus derechos, los conservadores defendían la necesidad de segregar los baños por raza para evitar que atacaran a las personas blancas.

Ahora que logró que los baños sin género fueran posibles en EE. UU., Matías espera seguir luchando por los derechos de los transgénero en Colombia, empezando por derribar las estereotipos que todavía hacen creer a muchos que el sexo biológico determina la forma como una persona debe identificarse e incluso comportarse.

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