El mandatario explicó que ha ordenado a su equipo de colaboradores trabajar duro para garantizar una transición de poder con Trump sin contratiempos, porque “todo el mundo desea su éxito en unir y liderar el país”.

“Ante todo somos estadounidenses. Ante todo somos patriotas. Todos queremos lo mejor para este país”, aseguró Obama desde la Casa Blanca, en su primera comparecencia pública tras la victoria del magnate inmobiliario.

“Es lo que oí anoche en el discurso de Trump. Es lo que oí cuando hablé personalmente con él. Y me sentí alentado por ello”, señaló.

El magnate prometió en el primer discurso tras su victoria que será “el presidente de todos los estadounidenses”, un tono mucho más conciliador que el usado a lo largo de la campaña.

“No es ningún secreto para nadie que el presidente electo y yo tenemos puntos de vista muy diferentes”, reconoció Obama. Pero, tal y como explicó, él mismo afrontó esta situación cuando relevó del cargo a George W. Bush.

A pesar de ello, Obama confía en que Trump sea fiel al espíritu de sus primeras palabras, sin olvidar nunca la importancia que tiene “el respeto a las instituciones y la ley”.

Obama ya había felicitado por teléfono a Trump en la mañana y lo invitó a la Casa Blanca el jueves “para revisar el plan de transición en el cual su equipo ha trabajado hace casi un año”, dijo el portavoz presidencial, Josh Earnest.

El triunfo del magnate, de 70 años, causó sorpresa y provocó un seísmo a nivel mundial.

Sin experiencia política, Trump prometió “devolver a Estados Unidos su grandeza”, jugando con los miedos de los estadounidenses blancos olvidados por la globalización.

Durante la campaña, insultó a las mujeres, los musulmanes, los hispanos y otras minorías.

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