El 24 de marzo se conoce como el Día de la Memoria en Argentina, y se convocan marchas multitudinarias para decir ‘nunca más’, razón por la cual estuvo servida la polémica cuando Obama confirmó la fecha de su visita de dos días al país, tras su histórico viaje a Cuba.

En un ejercicio por limar asperezas en esta nación de fuertes sentimientos antiestadounidenses, el gobierno de Obama anticipó la desclasificación de archivos militares y de inteligencia que pueden arrojar nuevas luces a los organismos de derechos humanos que todavía buscan miles de desaparecidos.

“Fue un gesto positivo” la orden de desclasificar nuevos documentos de inteligencia, dijeron al unísono líderes como Estela de Carlotto, presidente de la organización Abuelas de Plaza de Mayo, y el Nobel de la Paz argentino Adolfo Pérez Esquivel.

Aunque el miércoles no llegó un mea culpa explícito, Obama afirmó en una conferencia de prensa conjunta con su par argentino Mauricio Macri, que su país ha hecho “mucha autocrítica” y aprendió lecciones sobre el papel de Washington en el pasado, al responder incómodo a una pregunta sobre la dictadura argentina.

“En los años 70 nuestro enfoque sobre los derechos humanos era tan importante como luchar contra el comunismo. Era un tema muy importante, tanto para republicanos como para demócratas”, dijo Obama.

Este jueves Obama y Macri participarán de un homenaje a las víctimas durante la dictadura en el Parque de la Memoria, donde están escritos sobre los muros unos 9.000 nombres de opositores desaparecidos, entre los cuales decenas fueron arrojados vivos, desde aviones, al Río de la Plata que lo bordea.

A este acto no asistirán los organismos de derechos humanos que participarán en una marcha multitudinaria de evocación del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, cuando Obama y su familia viajen unas horas a la villa turística de Bariloche, a unos 1.800 km al sudoeste de la capital.

– “Un nuevo comienzo” –

Obama enfatizó la idea de una nueva era en las relaciones con Argentina, en la cena de estado realizada el miércoles en la noche en el Centro Cultural Kirchner, en un majestuoso edificio histórico, inaugurado el año pasado por Cristina Kirchner (2007-2015).

Tras elogiar a Macri como “un presidente que reconoce que estamos en esta era”, Obama reconoció que con la exmandataria hubo cordialidad pero dijo a la cadena CNN que “sus políticas de gobierno eran siempre antinorteamericanas”.

La última visita bilateral de un mandatario estadounidense la hizo Bill Clinton en 1997, época en que los militares contaban con la protección de dos leyes de amnistía y el tema de la dictadura figuraba fuera de agenda.

El expresidente Néstor Kirchner (2003/2007) impulsó la anulación de las leyes de amnistía y la reanudación de los juicios por delitos de lesa humanidad, por el cual han sido juzgados cientos de implicados en este oscuro periodo de la historia argentina.

En febrero pasado, el presidente francés François Hollande asistió también al Parque de la Memoria.

La dictadura argentina dejó unos 30.000 desaparecidos, según organismos de derechos humanos, y se estima que unos 500 bebés fueron robados de sus madres en centros de detención clandestinos. Hasta ahora se han hallado 119.

La visita oficial de Obama concluye el jueves, tras el viaje a Bariloche y regresará a Buenos Aires en la noche para emprender vuelo a Washington.

Concluirá así un viaje a América Latina, cuyo hito histórico fue la parada de tres días en Cuba, archienemigo desde el inicio de la revolución comunista en 1959.

Con llamados a una mayor libertad y apertura democrática, Obama abogó en La Habana por la reconciliación de los países y dejar atrás “todo vestigio de la Guerra Fría”.

En Buenos Aires celebró las reformas económicas del presidente liberal y promercado Mauricio Macri.

Este es un nuevo comienzo en nuestra relación. Quiero proponer un brindis por Mauricio y Juliana (Awada), y por la amistad entre nuestros pueblos. Al gran pueblo argentino, ¡salud!”, lanzó alzando las copas.

AFP

LO ÚLTIMO