El hecho de que se trate de un latinoamericano (es la primera vez en casi cinco siglos de historia de los jesuitas que su líder no es europeo, señaló el Osservatore Romano, el diario del Vaticano) obedece, según AFP, a que a imagen de la Iglesia católica en su conjunto, los jesuitas están perdiendo fuerza en Europa y reclutan ahora mayoritariamente a sus nuevos miembros en Asia, en América Latina y en África.

Y esa realidad la recogió en Twitter el cardenal sudafricano Wilfrid Fox Napier, de la orden de los franciscanos, que escribió: “Los dos, el papa ‘blanco’ y el papa ‘negro’, son de América Latina”, recordando que el actual sumo pontífice es el argentino Jorge Bergoglio.

Una prueba de la transformación de la Compañía de Jesús, la principal orden religiosa masculina de la Iglesia Católica, es que cuenta hoy con cerca de 17.000 miembros, casi la mitad de los 34.000 que tenía en 1964.

La elección del ‘papa negro’

Un total de 212 electores de más de 60 países participaron en la elección del nuevo jefe de los jesuitas en la sede mundial de la orden, muy cerca de la plaza de San Pedro.

Como la última congregación se remontaba a 2008, los participantes que llegaron a finales de septiembre no se conocían forzosamente al principio de la reunión y la regla instaurada por San Ignacio, que temía cualquier forma de ambición, prohibía declararse candidato y hacer campaña.

Para elegir a su líder, los delegados jesuitas llevaron a cabo cuatro días de murmuraciones, es decir reuniones en voz baja de dos en dos para examinar la situación, destinadas a evitar el efecto pernicioso de los grupos de presión.

Después de estas sesiones de oración y conversación, el viernes celebraron la votación secreta para designar a su superior general, elegido teóricamente de por vida, aunque sus predecesores inmediatos renunciaron por motivos de salud.

Además de los tradicionales votos de pobreza, castidad y obediencia, los jesuitas agregan un cuarto voto de obediencia incondicional al papa (“perinde ac cadaver”, como un cadáver, ciegamente). Esto no les ha impedido tener relaciones complicadas con el papado a través de los siglos.

El nuevo ‘papa negro’

Sosa, nacido en Caracas y que cumplirá 68 años en noviembre, será el 31º superior de la Compañía de Jesús, fundada en 1540 por San Ignacio de Loyola, y el primer latinoamericano. Sucede en el cargo al español Adolfo Nicolás.

Era Consejero General de su predecesor, que renunció a principios de octubre.

Licenciado en Filosofía y doctor en Ciencias Políticas, Sosa era también delegado para la Curia y las casas y obras interprovinciales de la Compañía de Jesús en Roma.

El nuevo líder de los jesuitas, que habla español, italiano, inglés y entiende francés, cuenta con una larga trayectoria en la docencia y la investigación, y ha publicado varias obras, algunas sobre historia y política venezolana.