Desde el viernes la tormenta provocó corrimientos de tierra e inundaciones. El sábado se encontraron 36 cuerpos en el río Salog y varias víctimas en la península de Zamboanga.
En Tubod, una localidad de Mindanao, la segunda mayor isla del país, se reportaron inicialmente 19 muertos por las inundaciones y los deslaves que arrasaron el pueblo.
“El río subió y se llevó a la mayoría de las casas. El pueblo ya no existe”, dijo a la AFP por teléfono Gerry Parami, oficial de la policía de Tubod.
“Las casas quedaron derrumbadas por el barro y los troncos y sólo quedaron unos restos de las pocas casas de cemento que había”, explicó Parami.
En la aldea de Dalama, donde viven unas 2.000 personas, policías, soldados y voluntarios trabajaban entre los escombros para buscar más cuerpos atrapados.
Las rocas arrastradas por el lodo enterraron cerca de 40 casas en la localidad de Piagapo, dejando al menos 10 muertos, dijo a la AFP el oficial de protección civil Saripada Pacasum.
“Hemos enviado rescatistas pero están haciendo muy pocos progresos debido a las rocas”, explicó.
El agente dijo que otras ocho personas murieron por las riadas en la provincia de Lanao del Sur, en la misma zona.
La policía informó que hay tres muertos en la provincia de Bukidnon y otros tres en Zamboanga Sibugay y que en la ciudad de Iligan se registró otra víctima mortal.
Las autoridades informaron que hay cuatro desaparecidos y estiman que hay 12.000 desplazados por la tormenta.
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Filipinas sufre cada año el embate de más de 20 tormentas de gran intensidad, muchas de ellas mortales, pero la isla de Mindanao – donde viven 20 millones de personas – suele estar al abrigo de estos fenómenos.
Después de arrasar Mindanao el viernes, Tembin enfiló hacia el oeste por el mar de Sulu con vientos de 95 kilómetros por hora.
Según las previsiones de la agencia estatal de meteorología, la tormenta tocará el borde de la isla de Palawan el sábado en la tarde.
La tormenta Tembin golpeó el país menos de una semana después de que Kai-Tak devastó la zona central de Filipinas, con un balance de 54 muertos y 24 desaparecidos.
En noviembre de 2013, el archipiélago fue golpeado por Haiyan, el tifón más mortífero de su historia, que dejó 7.350 muertos y destruyó poblaciones enteras en la zona central del país.
AFP
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