Situado en lo alto de una colina en un lugar de peregrinación que data del siglo 17, en torno a una iglesia barroca dedicada al Niño Jesús, esta localidad del norte de Austria atrae a miles de visitantes cada fin de año, algo a lo que contribuye el nombre de la localidad: Christkindl o “Niño Jesús”.

Pero es su oficina de correos temporal, abierta de principios de diciembre a principios de enero, la que le garantiza su reputación mundial. Desde 1950 salen de aquí cada año hasta dos millones de cartas y tarjetas de felicitaciones con el matasellos ‘Christkindl’.

Trabajador de la oficina de correos de Christkindl.
Trabajador de la oficina de correos de Christkindl. / AFP / JOE KLAMAR

“Comparado al número de habitantes, es probablemente un récord del mundo, sobre todo porque los envíos se efectúan en solo seis semanas”, señala Eva Pötzl, de la oficina de turismo de Steyr, vinculada al pueblo.

Al menos 16 empleados de correos son movilizados durante este periodo para estampar manualmente los famosos sellos.

Christkindl
Martina Prinz, de la Oficina Postal de Austria. / AFP / JOE KLAMAR

“Las cartas son o bien depositadas directamente por los usuarios, o bien -y es el caso más común- enviadas a través de un servicio especial de correos austriaco para ser selladas aquí, incluso desde el extranjero”, apunta Pötzl.

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Gerhard Eismayr, un jubilado originario de un pueblo vecino, vino en persona para que le sellen su correo de Navidad. “Para regalar a mis seres queridos algo realmente personal, no hay nada mejor que el servicio postal de Christkindl”, explica a la AFP.

La figura del Niño Jesús es particularmente popular en varias zonas de Europa Central, donde es él – y no Papá Noel – el que según la tradición trae los regalos de Navidad.

Sellos de la Oficina Postal en Christkindl, Austria.
Sellos de la Oficina Postal en Christkindl, Austria. / AFP/ JOE KLAMAR

Christkindl presume también de albergar un belén mecánico formado por 300 figuras animadas y otro belén que reúne al menos 700 personajes en casi 60 metros cuadrados.

Este lugar se convirtió en un sitio de peregrinación popular a finales del siglo XVII, tras la curación milagrosa de un habitante de Steyr que se había retirado allí para rezar delante de una estatua de cera del Niño Jesús, que la iglesia de Christkindl aún conserva.

AFP