Al joven, de 10 años, ni siquiera le importó que con sus patadas pudiera hacerle daño a su abuela, que se encontraba en medio de él y de la madre, que poco hizo para detener (mucho menos para reprender) al rebelde infante.

Lo único que ella le decía al niño, según Daily Mail, es que “lo que quiero es que dejes de jugar con tu teléfono”. De poco sirvieron sus benévolas intenciones, porque el niño no se detuvo.

El video, que fue publicado en el sitio web Sina Weibo se ha vuelto viral, y los usuarios, además de reprochar la actitud del joven, culpan a la familia por su conducta violenta por, según ellos, haberlo consentido demasiado en casa, retoma Mirror.

Este es el video que muestra el injustificado ataque:

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