El niño pensó que la caja fuerte sería un escondite perfecto. Y en efecto lo fue, porque los demás con los que jugaba no lo encontraron. Lo malo del asunto es que la puerta de la caja fuerte se bloqueó con él adentro y solamente el abuelo del menor, que no estaba en la casa, sabía la contraseña de 6 dígitos del aparato, informa Sky News.

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Por eso, la familia, luego de saber dónde estaba el niño, optó por llamar a los bomberos para que lo socorrieran. Sin embargo, pasaban los minutos y la caja fuerte seguía cerrada.

Los bomberos pasaron 3 horas frente a la caja fuerte, a la que tuvieron que adaptarle una manguera y un tanque de oxígeno para que este no le fuera a faltar al pequeño. Ya cuando se rindieron de insistir sin éxito para adivinar la clave, optaron por romper la caja, agrega The Epoch Times.

Por fortuna, poco antes de empezar ese trabajo, los bomberos por fin consiguieron la contraseña de la caja fuerte y lograron abrirla para sacar al niño que, por fortuna, salió sano y salvo.