El niño, visiblemente trasnochado, comienza a cabecear al punto de que casi se cae de su silla. No obstante, cuando el resto de los niños aplaude él, de forma instintiva, queda despierto y participa de la acción, como si nada pasara.

Apenas se calma un poco el asunto, el pequeñín vuelve a su cabeceo, para despertarse una vez más a la hora de aplaudir. El video fue publicado en Facebook el 23 de diciembre pasado.

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