La actividad a la que el niño asistió vestido como el ‘Führer’ alemán se desarrollaba en el marco de la Semana del libro, y el objetivo era representar a algún personaje que apareciera en algún texto. El infante, cuya identidad es desconocida, solía mostrar especial interés en la historia y la política, informa The Guardian.

El niño fue premiado por ser uno de los mejores vestidos en la actividad, e incluso hizo parte del desfile posterior que se llevó a cabo. Sin embargo, el rector de la institución, Roger Herbert, se mostró sorprendido ante el hecho y no dudó en presentar excusas a los estudiantes judíos que hicieron presencia en la actividad.

Los reunimos a todos y presentamos disculpas. Ellos estuvieron fantásticos, absolutamente fantásticos y aceptaron”, dijo Herbert a ABC.

Pese a todo el alboroto causado, el estudiante no fue reprendido, ya que tenía el permiso de un miembro del profesorado.

En un colegio tan ocupado, este estudiante se dirigió a su respectiva profesora para preguntarle si estaba bien, y la maestra le respondió que sí. Fue un pequeño error cometido por una profesora”, complementó el rector.

Por su parte, Jeremy Stowe-Lindner, rector del Bialik College (el de los judíos), declaró que entendía que no había habido mala intención de parte del colegio anfitrión, y destacó la anécdota como una oportunidad de aprendizaje para toda la comunidad.

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