César Navas, ministro del Interior de Ecuador, afirmó que los colaboradores del medio “están bien” y que también están trabajando con equipos especializados de la Unase (Policía antisecuestro), informó El Comercio.

El Ejecutivo ecuatoriano mantiene total discreción y mutismo sobre las negociaciones que mantiene con los secuestradores, de las que apenas ha trascendido que no han pedido rescate.

Entre tanto, Navas pidió paciencia para acceder a la información del caso: “cada paso que damos lo damos en firme y sabiendo técnicamente lo que estamos haciendo”.

Aunque oficialmente Quito no se ha referido a ningún grupo en concreto, el comandante de las Fuerzas Militares colombianas, general Alberto Mejía, atribuyó el miércoles la autoría del secuestro al jefe de las disidencias de las Farc, Walter Patricio Artízala Vernaza, alias “Guacho”.

Por su parte, una portavoz de las familias hizo ayer una breve declaración a los medios en la que agradeció el “apoyo y la solidaridad” por su situación: “Hemos recibido noticias que nos tranquilizan, que han tranquilizado a las familias, que hemos vivido momentos de dolor en las últimas horas”.

La vocera agregó: “Estamos fuertes las tres familias, estamos unidos, las tres familias somos un frente unido que está trabajando, que está fuerte y que no descansará en esta labor y en esta lucha para traer a los tres periodistas con vida y sanos y salvos a nuestro país”, dijo.

Al confirmar el secuestro el pasado martes, el ministro ecuatoriano del Interior dijo que presumían que el equipo periodístico pudo haber sido trasladado a Colombia.

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Cuarta vigilia

Entre tanto, en la Plaza de la Independencia de Quito, frente al palacio presidencial, las personas continúan participando en las vigilias para pedir la liberación del equipo periodístico, plagiado el pasado lunes en la provincia de Esmeraldas, fronteriza con Colombia.

A la zona, “los periodistas llegaron con el único interés de entrevistar a la población civil, de recoger las historias de seres humanos afectados por el conflicto armado en Colombia y el narcotráfico, historias que solo es posible que salgan a la luz con el trabajo de la prensa libre”, señala un manifiesto anónimo que circuló en redes sociales de periodistas.

“Silenciar al periodismo libre es atentar contra la democracia. No callaremos. Hoy volvemos a gritar como cada noche en la Plaza Grande porque exigimos que el Estado nos los regrese sanos y salvos”, añade el escrito de convocatoria a la vigilia.

Pese al frío de la noche, con velas encendidas y portando carteles con el mensaje “Nos faltan 3”, periodistas reclamaron en la Plaza Grande la liberación de los secuestrados, en una jornada de vigilia en la que hoy hubo, incluso, niños.

Un gran cartel que levantaba uno de los periodistas modificaba la letra “o” de la frase “Nos faltan 3” por un corazón partido en dos mientras a su alrededor, los asistentes coreaban insistentemente “nuestros periodistas siguen secuestrados” y “libertad”.

Además, a la frase de un participante: “Por nuestros compañeros”, el grupo repetía en coro “nadie se cansa”.

A través de Twitter, periodistas piden “que el paso de los días no nos vuelva indiferentes” y exigen una liberación “pronta y segura”.

Con EFE.