En esa época, Nahir era estudiante de secundaria de la Escuela Normal Olegario Víctor Andrade, y desapareció durante un día completo. Ya en la noche, cuando por fin apareció, ofreció una versión que finalmente fue desestimada por la fiscalía.

Según dijo, cuando salió del colegio, alguien la obligó a subir a un carro, donde la drogaron hasta que perdió el conocimiento. Después no se acordaba de nada, solo hasta que, sobre las 9 de la noche, se despertó tirada en un potrero cerca de un supermercado, en Gualeguaychú, relata el medio El Día.

Cuando fue hallada, la joven tenía rastros de pasto en su cabello y estaba desaliñada, pero un examen médico concluyó que no había sido víctima de abuso sexual. Tampoco tenía ningún tipo de marca en la piel, por lo que finalmente la investigación que adelantaba la fiscalía fue archivada.

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Debido a que nada de la versión que ofreció Nahir fue comprobado, el asunto terminó por tomarse como una mentira que buscaba ocultar una “travesura” de la adolescente, pero la idea se salió de control. La anécdota sale menos de una semana después de que la joven confesara el asesinato de su novio, y podría servir para establecer su perfil psicológico, indica Infobae.

Clarín agrega que Horacio José Dargainz, abogado de la familia Galarza, dijo no saber nada sobre ese hecho, y aseguró que Nahir no tiene cuentas pendientes con la justicia, más allá del crimen por el que ahora está en prisión preventiva y podría pagar una larga condena en la cárcel.

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